Esta receta necesita unos 50 minutos, es sencilla pero un tanto laboriosa ya que tendrás que utilizar sartenes y horno, es perfecta para cenar o como entrante, la calabaza queda muy tierna y el sabor dulzón es compensado con la salsa de tomate y el parmesano.
INGREDIENTES
Para la salsa de tomate:
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen
- 1 cebolla picada
- 1 diente de ajo picado
- 400 grs de tomate triturado natural
- Albahaca fresca picada
- 2 cucharadas de perejil picado
- 1 cucharadita de azúcar
- Sal y pimienta
- 1 pizca de cayena molida
Para la calabaza
- 1, 5 kg de calabaza, pelada, sin pipas y cortada en rodajas
- 2 huevos batidos
- 50 grs de pan rallado
- 50 grs de mantequilla
- 50 grs de queso parmesano rallado
En primer lugar prepara la salsa de tomate, sofría en una sartén la cebolla y el ajo, cuando estén tiernos añade el tomate triturado, la albahaca, el perejil, el azúcar, la cayena y salpimiéntalo. Deja que se haga unos 10 minutos hasta que espese.
Pasa las rodajas de calabaza por el huevo y después por el pan rallado. Fríelas por tandas en una sartén con la mantequilla derretida. A medida que estén doradas retíralas y pásalas a una fuente para horno, previamente untada con mantequilla. Pon la salsa de tomate encima de cada rodaja y el parmesano por último.
Cuézala al horno precalentado a 200º unos 30 minutos. Sírvelo caliente
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