Las especias de este pollo, como el toque de canela y el clavo, le confieren un sabor aromatizado y agradable al paladar.
Me trajo los gratos recuerdos de la película griega, del año 2003, un Toque de Canela, que afirmaba que un toque de canela, en los platos, como las albóndigas, traían armonía y paz a la mesa. No dejéis de ver esta película, te atrapa por los sentidos.
INGREDIENTES
- 4- 8 trozos de pollo sin piel
- 1/2 limón en gajos
- 4 cucharadas de aceite de oliva
- 1 cebolla picada gruesa
- 2 dientes de ajo picados
- 150 ml de vino blanco
- 400 grs de tomate troceado en su jugo, de lata
- 1 pizca de azúcar
- 1/2 cucharadita de canela molida
- 1/2 cucharadita de clavo molido
- 1/2 cucharadita de pimienta de Jamaica molida
- Sal y pimienta
- 10 aceitunas negras deshuesadas
ELABORACIÓN
Frota los trozos de pollo con el limón. Calienta aceite en un wok o cazuela grande. Echa la cebolla y el ajo, sofríelos 5 minutos. Agrega el pollo y sofríelo otros 8 minutos, hasta que esté dorado. Incorpora el vino, el tomate, el azúcar, la canela, el clavo, la pimienta de Jamaica, sal y pimienta y llévalo a ebullición. Déjalo hervir sobre 45 minutos a fuego medio, hasta que el pollo esté tierno y la salsa se haya espesado. Unos 10 minutos antes de finalizar la cocción añade las aceitunas.
Listo, una receta sencilla y llena de sabores. Debes disponer de tiempo ya que se ha de hacer a fuego lento para conseguir que el pollo quede tierno y la salsa adquiera todos los sabores.
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